23/4/08

HISTÒRIC

A principios de los años 70 en los Estados Unidos surge una nueva forma de danza denominada "Contact Improvisation". Este hecho formó parte de las experiencias sociales de comunitarismo e igualitarismo que sucedieron simultáneamente en diversas organizaciones sociales y políticas. Un grupo de hombres liderados por Steve Paxton comenzaron investigando la cualidad refleja del toque, los impulsos, las caídas, las roladas y los choques. Esta experiencia conocida por el nombre de "Magnesium" fue el inicio de una forma de danza que hasta el día de hoy esta en constante desarrollo, cambio y crecimiento. Tanto su creador, Steve Paxton como los primeros "contacter0s" venían del campo de la danza moderna, sin embargo, han tomado elementos e ideas de técnicas tales como el Tai Chi Chuan y el Aikido. Muchos de sus participantes sentían que formaban parte un movimiento social más amplio cuya ideología rechazaba los roles sexuales tradicionales y las jerarquías sociales. Los bailarines se concentraban más en la percepción interna del movimiento y en el contacto con el otro, más que en las formas y rutinas de movimiento definidas. Ellos consideraban que el contacto y la interacción con otra persona de igual o diferente sexo, tamaño, origen, etc. era una manera de construir y tener una nueva experiencia del Yo.

Los bailarines ponen en movimiento la masa corporal para ir mas allá del constante llamado de la gravedad hacia la oscilación y el orbitar invitante de la fuerza centrífuga. La esencia de la improvisación reside en descubrir que es posible superar la tercera ley de Newton descubriendo que para cada acción ejercida por un cuerpo existe no solo una reacción igual y opuesta en el otro cuerpo (ley de acción y reacción) sino que para cada acción son posibles varias y diferentes reacciones iguales y opuestas.

Estar simplemente de pie en contacto con la tierra fue uno de los principales ejercicios de entrenamiento. La mente atenta en el aquí y ahora percibiendo los pequeños movimientos del cuerpo producidos por la gravedad. La tarea es observar los sutiles movimientos de ajuste constante que realiza el cuerpo para impedir su caída. Esta "Pequeña Danza" es una forma de meditación que calma y prepara al ser para las complejas interacciones con otro cuerpo a partir de una zona de contacto. A partir del toque, los cuerpos se comunican, juegan a moverse y ser movidos, exploran formas de tratar el impulso y la gravedad. Cada danza implica una serie de decisiones instantáneas. La piel esta sensible, la mente alerta y atenta. Las percepciones se amplían. El calor aumenta y ambos cuerpos se adrenalizan. La gran danza comienza. Los propios movimientos son estimulados y producidos por los movimientos del otro. Esta es la base del dialogo cuyos códigos son desde los sutiles toques hasta el dar y recibir el peso de toda la masa corporal.


ACERCA DE STEVE PAXTON

Esta historia arranca allá por los años setenta en aquel escenario en el que la contra cultura americana ponía de patas para arriba algunas verdades hasta entonces incuestionables con todo tipo de experimentos sociales, artísticos y culturales. Hijo de esta generación, Steve Paxton, bailarín de formación clásica y moderna, bailó durante con Merce Cunnighan. Parte de la banda del célebre "Judson Church dance theatre project", se volcó a la observación desprejuiciada del movimiento en el deporte, en las artes marciales (Tai Chi y especialmente Aikido) y principalmente en el hombre de la calle, para estudiar el común denominador en el movimiento.
El arte lo llevó a la ciencia, y allí se encontró estudiando los principios de la física, los reflejos y otras verdades que revelaban las nuevas tendencias de la Kinesiología y disciplinas afines. En el año 1972 como cierre de un curso en Oberlin College, Steve bailó con un grupo de hombres que durante diez minutos ejercitaron la entrega de sus cuerpos a las leyes de la física. Esta performance se llamó "Magnesium" y fue la piedra fundamental del Contact Improvisation. Nancy S. Smith se encontraba entre la audiencia, y cuenta ella que terminada la función, y muy impactada por lo que había visto, se acercó a Paxton para ofrecerce en futuros experimentos que él quisiera realizar también con mujeres, cosa que ocurrió pocos meses después.

Ese mismo año, S. Paxton reunió a un grupo de atletas, gimnastas y bailarines para identificar mejor las variables con las que estaba trabajando. Durante 15 días muy intensos, en un clima de laboratorio entre alumnos y colegas, Steve descansó de la preparación física del grupo para experimentar con audacia y sin otro plan en mente más que el de probar algo nuevo que iría a materializarse en una performance" en el John Weber Gallery en NYC.

De esta experiencia Nancy S. Smith recuerda: Pasábamos tanto tiempo del día rolando, desorientados, en contacto con otros y entregando el peso... El hecho de estar simplemente trabajando sin ningún objetivo en particular, nos daba una sensación de libertad para jugar. No te preocupabas si lo estabas haciendo bien o no, simplemente lo hacías... además, cada uno tenía una manera diferente de hacerlo.- la gente que venía del Release era suave, leve, muy sensible. Los más brutos- y yo seguramente era uno de ellos- rodábamos y chocábamos por ahí... Cómo convivir con un grupo y cómo moverme eran ideas igualmente nuevas para mí.

No era totalmente original estudiar la incidencia del peso, el equilibrio o el contacto en la danza, pero sin duda la forma con la que el Contact encaraba estos viejos temas fue muy singular. Los vientos igualitarios de la época sin duda influyeron en esta etapa inicial, donde no había jerarquías o distinciones entre los bailarines profesionales y amateurs; solamente hacia fines del '70, cuando la forma se fue refinando y muchos empezaron a integrar el Contact en su práctica artística, sea en coreografía o formando compañías de CI, comenzó a sentirse esa diferenciación sutil. Sin embargo, el tiempo ayudó a dejar espacio para todas las expresiones que la forma fue adquiriendo, y la manera en que esta incidió en la coreografía, el teatro, la educación, la salud, y los estilos de performance. Durante veinte años el Contact Imrpovisation se divulgó y sin duda influyó en las tendencias que hoy se conoce como New Dance en USA y Europa. También es cierta la otra dirección: la indudable influencia que las corrientes artísticas y de pensamiento de la época y a pesar de que los tiempos cambiaron, y el "reaganismo" cultural desplazó a los míticos '60, esta forma sobrevivió. Parafraseando a Cynthia Novak ";... de hecho la danza expresa parte de nuestras definiciones sobre el virtuosismo físico, nuestros conceptos de belleza y nuestra concepción de significado en el movimiento. Puede también constituir nuestro sentido del tiempo y el espacio o manifestar nuestro entendimiento sobre la relación ente el cuerpo, la mente, la persona, o nuestras ideas sobre lo que es el hombre y la mujer".

Las condiciones en la que evolucionó el CI son coherentes con su naturaleza: hoy, sigue siendo una red de información sin dueños, sin instituciones o academias oficiales que autoricen o califiquen a sus profesores, con una organización no jerárquica - fiel a los principios igualitarios que la inspiraron- donde la autoridad de aquellos que se transformaron en modelos se instaló naturalmente tanto por el mérito de su desempeño profesional como por la capacidad de reciclarse permanentemente con su comunidad. Y de esto da fe el Contact Quarterly, una publicación editada por Nancy S. Smith y Lisa Nelson que nació de la necesidad de revisar notas y comunicar entre sí a los primeros performers y maestros que recorrían USA como gitanos con las buenas nuevas, bailando en Universidades y en espacios no convencionales. Fue la caja de resonancia de todos los interrogantes, inclinaciones y discusiones que desde un principio despertó el CI entre los que lo practicaban. Hoy tiene un tiraje de 2500 ejemplares que circulan por Europa y América y se viene transformando en un foro de manifestación de las nuevas formas de danza. , de improvisación y performance con la lente lo suficientemente amplia como para entender las íntimas relaciones con otras artes, léase el teatro, la música, la educación, la salud.